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La Guerra de Abril de 1965, una revolución constitucionalista para imponer la democracia

Por: Alejandro Paulino Ramos [1]

Planes militares contra gobierno del Triunvirato

La situación de crisis permanente en el Triunvirato no desapareció del todo con la convocatoria a elecciones; pero todavía a principios de 1965 el gobierno se negaba a permitir el regreso de Juan Bosch y de Joaquín Balaguer a la República Dominicana, mientras grupos de militares relacionados con ambos líderes políticos conspiraban para ponerle fin al despótico gobierno. Los grupos más activos en ese propósito, los eran el balaguerista conocido como “Clan de San Cristóbal” y el constitucionalista que dirigía el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez. En marzo de 1965 los planes para el derrocamiento estaban  avanzados, solo a la espera del momento oportuno.  La rebelión se inició el sábado 24 de abril de 1965, en la Escuela de Entrenamiento del Ejército 27 de Febrero, ubicado en la Carretera Duarte,  en el Campamento 16 de Agosto.

Manolo González, dirigente de izquierda durante la guerra

El 24 de abril el día que cambió la historia

La rebelión de los militares constitucionalistas fue apoyada por el PRD, que alertó a la población de lo que estaba ocurriendo, procediendo, junto a los militares rebeldes, a tomar bajo control la emisora oficial Radio Santo Domingo, de donde anunciaron el final del gobierno de Donald J. Read Cabral. Las tropas implicadas en el golpe estaba formada por uno 1,200 hombres, y la que respaldaba al depuesto gobernante solo tenía unos 550 hombres. Una parte importante de los campamentos de las Fuerzas Armadas se mantuvieron en actitud de expectativas sin apoyar a uno u otro bando.

Después de repetidas acciones militares y protestas de civiles armados  en las calles de la ciudad de Santo Domingo, los sectores que apoyaban al retorno de la constitución de 1963  procedieron a tomar el control del Palacio de gobierno y elegir como presidente provisional al doctor José Rafael Molina Ureña, a la espera del regreso de Juan Bosch.  En medio del conflicto, los líderes militares del “Clan de San Cristóbal” presionaron la negociación  para que se designara una  Junta Cívico-Militar que lo incluyera a ellos y a otros sectores militares, y fueran convocadas las elecciones generales en un período que no pasara de los 90 días, siendo la propuesta rechazada por los oficiales constitucionalistas, quienes se apagaban a la fórmula de regreso de Juan Bosch a la presidencia sin elecciones. La negativa produjo un movimiento de resistencia contra el golpe, en la base aérea de San Isidro,  encabezado por el Coronel Wessin y Wessin,  con el apoyo del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA). 

Aviadores de la Fuerza Aérea Dominicana responsable de bombardeos

Mientras tanto, los partidos de izquierda MPD, 14 de Junio y PSP, comenzaron a participar en escaramuzas  de guerra contra pequeños destacamentos policiales y procedieron a armar a sus militantes, exigiendo a los soldados constitucionalistas se le repartiera armas a la población. Había comenzado la “revolución de Abril”. Los primeros combates se concentraron en el Puente Duarte que une la capital con la parte oriental de la ciudad, lugar en que estaba situada la Base Aérea de San Isidro y  el CEFA, donde Wessin tenía sus tropas reforzadas con unidades de tanques de guerra y flotillas de aviones, que bombardearon durante varios días la ciudad de Santo Domingo.

La ocupación militar americana del 28 de abril de 1965

Atentos a lo que acontecía en territorios dominicanos, los Estados Unidos trasladaron hasta las costas dominicanas portaviones norteamericanos y otras embarcaciones de guerra, favoreciendo la formación de una Junta Militar, procediendo a reunirse con los líderes de ambos bandos. En la entrevista en la que la embajada americana exigió la rendición de los constitucionalistas, participaron el presidente constitucionalista provisional José Rafael Molina Ureña y varios oficiales que les seguían, entre ellos el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, quien a partir de ese momento y al rechazar las propuestas norteamericanas, tomo el liderazgo de la insurrección popular en la que ya habían muertos cientos de dominicanos y miles habían resultado heridos, mientras que el presidente Molina Ureña se asilaba en una embajada extranjera.

Soldados norteamericanos invadieron el territorio dominicano el 28 de abril 1965

El 28 de abril los Estados Unidos, bajo la presidencia de Lyndon B. Johnson, ordenó el desembarco de sus  tropas en la ciudad de Santo Domingo y poblaciones cercanas, con el supuesto objetivo de salvar vidas y evacuar a los ciudadanos norteamericanos que residían en el país. Los soldados de la División 82 del Cuerpo Aéreo del Fuerte Bragg, tomaron como zona de operación la base aérea de San Isidro, en la que hicieron causa común con los hombres del coronel Elías Wessin y Wessin.

 Gobierno constitucional contra el Gobierno de Reconstrucción nacional

En la zona constitucionalista, que comprendía la parte colonial de la ciudad, y barrios aledaños, se concentró la mayor parte de los soldados y civiles armados que defendían la constitucionalidad y el regreso de Juan Bosch, especialmente después del desembarco de las tropas norteamericanas. El 3 de mayo de 1965 el Congreso Nacional proclamó  al coronel Francisco A. Caamaño Deño como presidente constitucional, procediéndose de inmediato a la formación del gobierno. En el  territorio bajo su control se organizaron las unidades de combate que integraban a 1,800 militares y 5000 civiles armados, distribuidos en 117 unidades de combate conocidas como “comandos constitucionalistas”.

Civiles armados forman parte de unidades de combates conocidas como “Comandos Constitucionalistas”

El 7 de mayo de 1965, los Estados Unidos lograron unificar las tropas contrarias a la rebelión y dejaron formado el Gobierno de Reconstrucción Nacional, presidido por el general Antonio Imbert Barreras. Apoyado por las tropas norteamericanas, la iglesia católica y los empresarios, ese gobierno procedió controlar las principales ciudades del país.

Aunque por varias semanas el Estado dominicano sufrió una parálisis que llevó la incertidumbre a la población dominicana, posterior a la invasión norteamericana y a la formación del gobierno de Reconstrucción Nacional, el país se mantuvo económicamente activo con el apoyo de los Estados Unidos, lo que facilitó que los empleados públicos  cobrarán sus sueldos a partir del mes de mayo, y las recaudaciones tributarias mantuvieron su ritmo; sin embargo, las importaciones descendieron considerablemente, y el comercio, principalmente de la capital, fue afectado por la situación de conflicto. 

Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó líder militar de la revolución de Abril de 1965

El “movimiento cívico-militar triunfante con el propósito de instalar al depuesto presidente Bosch nuevamente en el poder, fue frustrado por el uso masivo de fuerzas militares de los Estados Unidos, que no salieron del país hasta que no quedó instalado un gobierno que claramente convenía a los intereses norteamericanos. Si por un momento existió la idea entre los dominicanos de que los Estados Unidos era incapaz de volver a intervenir militarmente en un país latinoamericano, la acción de 1965 creo la conciencia –y el convencimiento- de que la era de la no-intervención ha pasado y de que los Estados unidos seguirán interviniendo militarmente, cuando su permanente intervención diplomática no de los frutos esperados”.[2]

Calle Duarte durante la guerra de abril de 1965

La guerra civil, en la que tomaron partes, de manera determinante, los partidos de izquierda, el PRD y el PRSC, finalizó con un acuerdo de paz firmado el 31 de agosto de 1965, con el que se estableció el desarme de la población, la juramentación de un gobierno provisional encabezado por el doctor Héctor García Godoy, la convocatoria a elecciones y la reintegración de los militares rebeldes a sus respectivos cuarteles.  El gobierno de García Godoy fue instalado el 3 de septiembre 1965.

Balance de una tragedia: los muertos de Abril

Los historiadores dominicanos han calculado en unas 5,000 personas las muertas como consecuencia del conflicto armado, incluyendo civiles y militares, lo que no puede ser confirmado por organismos oficiales ni internacionales,  debido a que muchos de los muertos eran llevados a fosas comunes sin ningún control de las autoridades. El 9 de noviembre de 1965 la Cruz Roja Internacional registró 2,850 dominicanos muertos entre el 24 de abril y el 12 de julio, aunque  esa institución aclaró  que la cifra podría ser más elevada. Esa organización internacional informó haber incinerado 150 cadáveres y recoger a unos 3,0000 heridos, así como la evacuación de unas 200,0000 personas de la zona de guerra.

Política Exterior y Diplomática durante la guerra de Abril

La guerra civil de abril se prolongó, con altas y bajas, durante los siguientes cinco meses de 1965. En el proceso de enfrentamiento fueron constituidos dos gobiernos: el constitucionalista, con la proclamación del Congreso Nacional y  la juramentación de Francisco A. Caamaño como presidente constitucional, el 4 de mayo,  y el gobierno de Reconstrucción Nacional, previa desintegración de la Junta Militar que actuaba desde la base aérea de San Isidro. Este gobierno, formado el 7 de mayo, estuvo encabezado por el general Antonio Imbert Barrera como presidente, con el apoyo y asesoría de la embajada americana.

Mientras el gobierno de Caamaño, que permanecía aislado en una zona restringida, y rodeado por tropas norteamericanas y de la Fuerza Interamericana de Paz, carecía de los recursos económicos necesarios para organizarse y pagar los sueldos de los empleados, el de Reconstrucción Nacional recibió la ayuda económica de los Estados Unidos, a través de la Agencia Interamericana para el Desarrollo (AID), para cumplir los compromisos de la administración pública. Además, con el apoyo extranjero tomó el control de las principales provincias de la República Dominicana.

General Imbert Barrera “presidente” de la República” durante la guerra

En medio del conflicto, la situación dominicana fue llevada a debate tanto a la Naciones Unidas (ONU), en la que el gobierno constitucionalista recibió oportuno respaldo solidario de la Unión Soviética,  de Francia, Chile, China y México, como en la Organización de Estados Americanos. Sin embargo, la mediación entre los sectores en pugnas era llevada principalmente por la OEA, quienes se mostraron casi siempre parcializados a favor del gobierno de Reconstrucción Nacional.[3]

Como parte de la estrategia norteamericana, que invadió el territorio dominicano con 42 mil soldados de los estados Unidos el 28 de abril, la OEA aprobó su propuesta para un mando interamericano de las tropas de ocupación, presentada en la Décima Reunión de Consulta de los Ministros de la OEA y aprobada con la oposición de México, Chile y Perú, y la abstención de Venezuela. Con el beneplácito de Brasil, Paraguay, Bolivia, Costa Rica, Honduras y Nicaragua, quienes integraron representaciones militares para participar con sus soldados en la ocupación de la República Dominicana, fue formada la Fuerza Interamericana de Paz (FIP),  comandada por el brasileño general Hugo Panasco Alvin, y por el mayor Bruce Palmer, de los Estados Unidos, como segundo responsable.

La situación internacional resultó desfavorable para un triunfo contundente e inmediato de las tropas norteamericanas y del gobierno de Reconstrucción Nacional contra los militares y civiles constitucionalistas, lo que incidió para que el conflicto fuera dirimido en la mesa de negociación de la OEA, a cargo de un Comité Ad-Hoc encabezado por Ellsworth Bunker embajador de los Estados Unidos ante esa organización. El 18 de junio la Comisión entregó su propuesta de paz aduciendo que su misión era de conciliación, pero evidentemente parcializada con el gobierno de Imbert Barrera. Propusieron ponerle fin a la guerra mediante el establecimiento de un gobierno provisional que organizara las elecciones generales.

Los gobiernos de Imbert Barrera y del coronel Caamaño mostraron sus desacuerdos con la OEA, rechazando propuestas o insistiendo en puntos favorables que los beneficiaran en el tratamiento de los acuerdos. Por ejemplo, el gobierno de Caamaño protestó, el  9 de julio,  por la imposición de Héctor García Godoy en el Comité de negociaciones, mientras que Imbert Barrera pronunció un discurso, el 1ro. de julio, criticando se negociara el establecimiento de un gobierno provisional.  El general Imbert llegó a señalar la propuesta como un “absurdo porque la misión que se le ha encomendado a los miembros de la OEA se limita simple u exclusivamente a una labor de mediación. Imponer un gobierno no está en sus atribuciones, ni puede estarlo”.

Héctor García Godoy presidente provisional

Los Estados Unidos, gobernados por el demócrata Lyndon B. Johnson, favorecía la convocatoria a  elecciones en un período de seis a nueve meses, para las que contaban con un candidato de su agrado, el doctor Joaquín Balaguer, para oponerlo a Juan Bosch cuando llegara el momento.  Balaguer, que había salido al exilio en 1962, ingresó  al país con el consentimiento americano a finales de junio de 1965, bajo la excusa de que lo hacía para visitar a su madre enferma.

Cancilleres de República Dominicana en 1965

Durante la conflagración cívico-militar de 1965, desde el 24 de abril hasta el 3 de septiembre, los sectores enfrentaron tuvieron dos gobiernos: el Constitucionalista encabezado por el Coronel Francisco Alberto Deñó, y el de Reconstrucción Nacional, encabezado por el general Antonio Imbert Barrera. Con el país ocupado por tropas de los Estados Unidos y de la Fuerza Interamericana de Paz, fue canciller por los constitucionalistas el doctor Jottin Cury, mientras que el doctor Horacio V. Vicioso lo fue por el gobierno de Reconstrucción Nacional.

Negociaciones de paz: el Acta de Reconciliación Dominicana

Las negociaciones se hicieron permanentes, hasta llegar a la formula presentada por la Comisión de la OEA a los diferentes actores participantes en las mismas. El 30 de agosto el Gobierno de Reconstrucción Nacional renunció, sin firmar el Acta de Reconciliación, mientras que el Partido Revolucionario Social Cristiano y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio se opusieron a la misma. En cuanto al Partido Revolucionario Dominicano, este se acogió a la propuesta, que incluía el gobierno provisional y el alto mando constitucionalista se abstuvo de votar, aprobándose la formula presentada por la OEA. En el acuerdo de paz fue aceptado el doctor Héctor García Godoy como presidente provisional, quien tomó posesión el 3 de septiembre de 1965, haciéndose responsable de preparar todo lo relativo a las elecciones generales, propuestas para ser celebradas el 1 de junio de 1966.

El 28 de junio de 1966 comenzaron a salir del paisa las tropas norteamericanas

Gobierno de García Godoy y la Salida de las tropas norteamericanas

El período de gobierno provisional que encabezó el abogado Héctor García Godoy, desde el 3 de septiembre de 1965 hasta el 1 de julio de 1966, se caracterizó por ser una etapa de acontecimientos sangrientos, como los fueron la batalla del Hotel Mutún, el domingo 19 de diciembre de 1965 y el asesinato de estudiantes frente al Palacio Nacional  el 9 de febrero de 1966. Por igual, estremecido por situaciones de conflictos dentro de los mandos militares que se opusieron al gobierno de Caamaño, la salida al exterior de los jefes militares que participaron en la guerra de abril de 1965, la agresión a tiros a la residencia del profesor Juan Bosch, y las muertes de muchos de los jóvenes que habían participado en el conflicto cívico-militar.

Protesta estudiantil del 9 de febrero de 1966. Los estudiantes fueron ametrallados frente al Palacio

Asesorado por el gobierno de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos, el presidente García Godoy pudo campear muchos de los problemas, especialmente por estar el país intervenido por las tropas extranjeras bajo la insignia de la Fuerza Interamericana de Paz (FIP), lo que permitió que su gestión se concentrara en la celebración de las elecciones generales del 1 de junio.

Después de las elecciones generales, y tres días antes de la toma de posición del nuevo presidente electo doctor Joaquín Balaguer, las tropas norteamericanas que habían desembarcado el 28 de abril de 1965, comenzaron a abandonar el país: el 28 de junio de 1966 la República Dominicana pudo recobrar la soberanía.


[1] Por Alejandro Paulino Ramos. La Guerra de Abril de 1965. El texto modificado aparece en: Eduardo Tejera y Alejandro Paulino Ramos. Historia del Ministerio de Relaciones Exteriores. Santo Domingo, MINREX, 2018.

[2] Frank Moya Pons, El pasado dominicano, Santo Domingo, Fundación Caro Álvarez, 1986,  pag.. 345.

[3] Véase Bonaparte Gautreaux Pineyro, El gobierno del Coronel Caamaño: sus ejecutorias y encrucijadas. En: Guerra de Abril: inevitabilidad de la historia, Santo Domingo, CPEP, 2005, pp. 88-90.

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